En este libro electrónico/audiolibro te darás cuenta por qué México siendo «el país más rico del mundo» en cuanto a recursos naturales es considerado por otros países como un país pobre. veremos que está haciendo Japón para mantenerse como una de las potencias mundiales en cuanto a economía, se sabe que las comparaciones no son buenas pero a veces son necesarias. Sabrás por qué Japón siendo cinco veces más pequeño en extensión territorial y sobrepoblado fue capaz de salir de las cenizas como «el ave fénix» después de sufrir el ataque de dos bombas atómicas nucleares el 6 de agosto de 1945. Si un país pequeño ha sido capaz de ser potencia económica mundial, ¿por qué México un país grande en territorio y rico en recursos naturales no lo es? Es indudable que la población es la que provoca los cambios, si es así ¿qué es lo que han estado haciendo los japoneses? ¿Y que hemos dejado de hacer los mexicanos? ¿Nos traiciona la genética? ¿Es la mentalidad de pobreza de nuestra gente? ¿Somos flojos? ¿Indisciplinados? ¿Es la educación? ¿Nos faltan oportunidades? ¿es la conjunción de todos esos factores? A través de este libro encontrarás las respuestas a tantas preguntas que no se habían hecho.
El karma según varias religiones es una energía que se genera a partir de los actos de las personas. El karma también es conocido como espíritu de justicia y/o equilibrio. Esta creencia se origina en la doctrina del hinduismo, el budismo, el jainismo el ayyavazhy y el espiritismo. Esta energía invisible se deriva de nuestros comportamientos, sentimientos y energía y se va acumulando en nosotros según nuestros actos. El karma no tiene que ver con la casualidad ni el destino, es un camino que construimos con nuestras acciones diarias. La ley del karma se basa en la ley de causa y efecto la cual hace referencia a la energía que das y eventualmente se te regresa o mejor dicho para toda acción hay una reacción. A la reacción es a lo que se le conoce como karma el cual simboliza las consecuencias de nuestras acciones y funciona como juez sobre ellas. El universo está cargado de energías que influyen en nosotros, si mandamos buenas o malas vibras, estas regresarán a nosotros tarde o temprano. Esta energía invisible se deriva de nuestro comportamiento.
Todos reaccionamos o actuamos de forma distinta frente a ciertas circunstancias cuando interactuamos con las personas; ello permite generar las impresiones que otros tienen acerca de nosotros. Esas virtudes o defectos nos delatan y muestran rasgos de nuestra personalidad que terminan definiendo quiénes somos y por qué tenemos más compatibilidad con unos que con otros. Hoy deseo mostrarte qué tipo de temperamento y personalidad domina tus emociones. ¿Estás listo para conocerla y como puedes enriquecerla? Alguna vez te has preguntado ¿por qué no eres tan creativo cómo otros?, o si eres creativo, ¿porque no eres detallista como otros?, o si eres muy flexible, ¿porque otras personas son más organizadas que tú? O si eres muy extrovertido, ¿porque hay otras personas que son más reflexivas? La respuesta es la siguiente, todos somos distintos y tenemos diferente temperamento y personalidad que provienen de una mezcla de genética que se da con nuestra formación temprana desde niños.
Sinceramente, ¿siempre pensamos lo que decimos? Honestamente no. Todas las personas tenemos momentos incongruentes donde nos desconocemos y nos desconocen los demás, esto es parte de la vida. Incluso hay personas que nos consideran ecuánimes y eso en general es cierto, pero la verdad es que cuando estamos en situaciones de vulnerabilidad cuando nos sentimos atacados perdemos el control de nuestras emociones y esto nos hace decir cosas que no reflejan lo que somos. Descontrol, desconcierto, desequilibrio, desorden, incomodidad, desajuste, enojo, etc., cuantas palabras para definir que perdimos la estabilidad emocional que los demás están acostumbrados a ver en nosotros y que no nos es posible mantener en momentos en los que se rebasan nuestros límites.
Si la idea de invertir en la bolsa de valores te asusta, no eres el único. Las personas con muy poca experiencia en la inversión bursátil están aterrorizadas por las historias de terror en las que el inversor medio ha perdido el 50% del valor de su cartera, sino es que más, por ejemplo, en los dos mercados bajistas que ya se han producido en este milenio, se han dejado seducir por los «consejos calientes» que prometen grandes recompensas de dinero, pero que rara vez dan buenos resultados. No es de extrañar, que se diga que el péndulo del sentimiento inversor oscila entre el miedo y la codicia. La realidad es que la inversión en el mercado de valores conlleva riesgos, pero cuando se aborda de forma disciplinada, es una de las formas más eficaces de ganar dinero. Mientras el valor de la vivienda suele representar la mayor parte del patrimonio neto del individuo medio, la mayoría de las personas adineradas y muy ricas suelen tener la mayor parte de su riqueza invertida en acciones. Para entender la mecánica de la bolsa de valores, empecemos por profundizar en la definición de acción y sus diferentes tipos.
