La guerra de los panes es un libro que, sin dudas, seguirá abriendo las puertas a la lectura de muchos chicos. Un libro fiel al estilo de Graciela Montes, con buenas cuotas de humor y riqueza literaria.
¿Qué barrio no tiene una panadería... Y hasta dos? ¿Qué barrio no tiene sus expertos en flautas, en felipes y en miñones? En cambio, no creo que sean muchos los barrios donde se haya desatado un duelo tan terrible de cortezas y de migas, una guerra tan crocante y tan sabrosa, como la que tuvimos que vivir los vecinos de Florida.
Tener un monstruo palpitante y mordiente alojado en un lugar tan íntimo como un bolsillo tal vez pueda asustar a algunos. Pero no a Inés. Inés le da la bienvenida.
'Ahí fue cuando metí las manos en el bolsillo del delantal y sentí algo peludo, tibio y que además, mordía.' Y se desencadena la historia. Tener un monstruo palpitante y mordiente alojado en un lugar tan íntimo como un bolsillo tal vez pueda asustar a algunos. Pero no a Inés. Inés le da la bienvenida. Porque Inés, tan flaquita y silenciosa, tan titubeante, tan pequeña, tiene un deseo muy grande -un deseo tan grande que apenas si le cabe en el cuerpo- de que le sucedan cosas maravillosas, terribles y extraordinarias.
Un monstruo personal, secreto, privado, es justo lo que andaba necesitando. Sin embargo, convivir con un monstruo nunca es fácil... Y el de Inés parece decidido a no abandonarla.