Santiago y Macarena son dos hermanos de nueve y siete años respectivamente. Por razones de trabajo sus padres se trasladan a vivir a Alminar. Para ellos es un cambio brutal, pasan de vivir en una gran ciudad a un pueblecillo minúsculo perdido entre montañas. Los pobres no se adaptan al pueblo; además, al poco tiempo de llegar, los otros chiquillos les dirigen «entre juegos y sin querer... evitarlo» hacia la casa de la malvada bruja. Caen por accidente en una fosa de donde los sacan la maga y su gato Carbonilla, este será el comienzo de la amistad entre ellos y Piruja. A lo largo de los capítulos la mujer enseña a los niños a conocer el bosque, a respetar la naturaleza, a valorar la amistad y, sobre todo, a mirar debajo de la coraza hasta encontrar el corazón.